De la gran variedad de colores a los que tenemos acceso hoy en día, no solo en Ibiza, sino en otros muchos pueblos y ciudades siguen pintándose las ventanas y puertas azules.

¿ Es por tradición, por historia, por salud, por estética,  por misticismo?

 

Estos tonos de azul se pusieron “de moda”, sobre todo en la segunda mitad del siglo XIX y en el XX, y siguen siendo muy comunes en nuestros días. No solo en las islas del Mediterráneo, sino en lugares como Galicia, Marruecos, Irlanda o México.

Hay diferentes versiones e historias, según la procedencia, que explican el porqué de este color en las ventanas y las puertas de las casas.

 

Éstas son algunas de ellas:

1. Para ahuyentar a moscas y mosquitos

Durante los siglos XVII al XIX, se utilizaba la azurita como pigmento en pintura de paredes, de acuarela y témperas. Ésta al mezclarse con aglutinantes oleosos resultaba un oleato de cobre con propiedades fungicidas y tóxicas para los insectos.

Tal vez por esta tradición, aunque actualmente no se utilice este pigmento,  está extendida la creencia de que el azul ahuyenta a las moscas. Y podemos ver pintados de este color los marcos de las ventanas y las puertas, hasta techos y paredes, en numerosos lugares de costa y en zonas desérticas y calurosas como Túnez o la preciosa ciudad azul Chaouen.

Aunque realmente, hoy en día, no está probado científicamente que el azul tenga propiedades para repeler insectos.

2. Era el color de pintura que llegaba a los pueblos

Otra razón es que en algunos pueblos más aislados, era difícil conseguir variedad de colores de pintura, siendo el azul el color que normalmente llegaba más allá de las ciudades.

3. Para aprovechar las sobras de pintura

Muchas poblaciones y ciudades costeras del país se caracterizan por sus ventanas y puertas azules, con la sencilla explicación de que se utilizaba la pintura sobrante de la puesta a punto de las embarcaciones, que solía ser en color azul o verde.

Un dato histórico en referencia al color de los barcos:
En 1776 se establecen desde las Ordenanzas de Arsenales las primeras reglamentaciones sobre el color de los buques de la Armada. En éstas se determinó que debían pintarse “de porcelana o azul” las habitaciones de los oficiales.

4. Para espantar a los malos espíritus

Por gran parte del mundo, está extendida la creencia de que el color azul no sólo repele a las moscas, sino que también ahuyenta a seres malignos y protege el hogar de brujas y demonios.

Forma parte del folclore y las creencias de pueblos y regiones árabes y de otros países alrededor del mundo como México, Estados Unidos, España o Australia.

 

Hay diversas teorías y razones, algunas más creíbles que otras. Lo que está claro es que pudiendo alejar insectos y demonios, más vale prevenir y pintar las ventanas y puertas de azul. No vayas a pintarlas de rojo y tu hogar sea el protagonista de una secuela de Embrujadas o de la siguiente temporada de Stranger Things.

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